jueves, 2 de febrero de 2012

Renunciar, es olvidar.

La relación con uno mismo es muy importante, es difícil comprenderlo. Pero si se quiere vivir es necesario comprenderlo. Necesitamos saber que nosotros escogemos en cierta medida las cosas que nos ocurren, y somos libres en cierto sentido. Quien esquiva esto, lo único que esquiva es la responsabilidad de ser libre, y en esa libertad y responsabilidad que uno siente, hay que reconocer lo mucho que hay que dar las gracias por una infinidad de cosas, pero que olvidamos. De eso se trata, de no olvidar, ya que olvidando renunciamos a ser felices.